"Si finalmente el parto no se desencadena por sí solo, lo más probable es que sea necesario inducirlo antes de la semana 42; generalmente se esperan 10 días desde la fecha probable de parto", advierte la matrona Natividad García, especialista del Hospital Clínico de Madrid. Para que el final del embarazo no se nos haga muy cuesta arriba existen algunos ejercicios y actividades que nos pueden ayudar a que nuestro bebé se anime a nacer sin tener que esperar a que nos induzcan el parto. Y cuanto más ejercicio hagas durante el embarazo, mejor forma física tendrás en tu tu posparto.
"Cuando el bebé aún estando colocado en posición cefálica [cabeza abajo] -se encuentra muy alto en nuestra pelvis y no apoya su cabeza contra el canal del parto-, si conseguimos que el bebé descienda lo suficiente para que se produzca ese apoyo, la presión del niño puede ayudar a que comience o mejore, el borramiento del cuello del útero.
como se puede apresurar el parto
Ya hemos visto que existen muchos tipos de ejercicios para provocar la dilatación. Entre ellos, caminar o bajar escaleras (mejor que subirlas) y ponerse de cuclillas, si se puede. Parece ser que la posición y la presión de la cabeza del bebé contra el cuello del útero estimulan la producción de oxitocina, lo cual podría provocar el parto.
Si el bebé no se ha encajado en la pelvis o todavía está muy alto, las caminatas lo pueden ayudar a situarse en una mejor posición, aumentando así las posibilidades de que el parto comience por sí solo.
"El acto sexual funciona de dos maneras. Puede estimular la producción de la hormona llamada oxitócica que es la hormona de las contracciones y esto puede aumentar la frecuencia de las contracciones de Braxton-Hicks. Además, el semen contiene unas sustancias llamadas prostaglandinas, que pueden ayudar a madurar el cuello del útero", afirma el jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Infanta Elena de Valdemoro. Tener relaciones sexuales sólo está contraindicado si te lo prohíbe tu ginecólogo por alguna causa médica. Y para el bebé tampoco resulta peligroso. En resumen: una buena dilatación suele ser sinónimo de un buen parto.
"El uso de ciertas infusiones, como las hojas de frambuesa o diferentes tipos de té, puede ayudar a provocar el parto o a mejorar la contractilidad del útero durante la fase de dilatación, aun así, su eficacia no está comprobada y tampoco están libres de contraindicaciones o efectos secundarios. Antes de tomar ningún tipo de infusión consulta con tu matrona su eficacia e inocuidad".
Los remedios naturales y caseros para adelantar el parto tienen como objetivo la producción de oxitocina, que es la hormona encargada de dar la señal para empezar el parto. Las hojas de frambuesa ayudan a llegar al parto con el útero blando y ayudan en la fase de la dilatación. Las hojas de frambuesa se compran en los herbolarios. Debe tomar una infusión al día durante las últimas tres semanas antes de la fecha prevista para el nacimiento. Se prepara como cualquier otra infusión: se deja hervir el agua, se echan unas pocas hojas y se deja reposar diez minutos antes de tomarlo. Aunque el ginecólogo Juan Miguel Rodríguez Candía afirma que "los remedios caseros puede que no sean eficaces mientras el bebé no esté preparado".
Algunas mujeres piden inducción del parto cuando no hay una razón médica para que se la hagan (inducción electiva). Y, a veces, los médicos inducen el trabajo de parto por motivos no médicos, como, por ejemplo, si usted vive lejos del hospital y es posible que no llegue al hospital si entra en trabajo de parto. En estas situaciones, su médico esperará hasta que usted esté al menos en la semana 39, porque es más seguro para su bebé.
Cuando el trabajo de parto no empieza como se espera o es necesario, se prefiere inducir el trabajo de parto a tener un parto por cesárea. Si no tiene éxito la inducción del parto, tal vez sea posible intentar otra vez. En algunos casos, un parto por cesárea es mejor para la madre y para el bebé, según el estado de salud de ambos.
Se considera que el cuello uterino está maduro y listo para el trabajo de parto activo cuando está blando, bien dilatado, y borrado, y cuando el cuello uterino y el bebé están ubicados abajo en la pelvis. Si el cuello uterino no está lo suficientemente maduro, puede continuarse la administración de medicamentos hasta que lo esté.
El barrido, o despegamiento, de las membranas amnióticas es una primera medida sencilla que se usa para tratar de iniciar el trabajo de parto. El barrido de las membranas separa la membrana amniótica del útero lo suficientemente como para que el útero comience a producir prostaglandinas. Este tipo de sustancia química ayuda a desencadenar las contracciones y el trabajo de parto. Después que el cuello uterino se abre un poco, este paso puede hacerse fácilmente en el consultorio de su médico o de su enfermera especializada en obstetricia.
Proponemos una serie de ejercicios o actividades que aumentan la probabilidad de adelantar el parto. Se recomienda, siempre y cuando, se haya cumplido con la fecha prevista para el parto y no existan criterios médicos que contraindiquen ninguna de estas actividades (como puede ser algún alimento o ejercicio físico). Si no es un embarazo de riesgo, son métodos naturales totalmente compatibles con un embarazo normal.
Las pequeñas contracciones en el útero a causa del orgasmo femenino pueden provocar contracciones más intensas que faciliten la llegada del bebé. Además, la segregación de la oxitocina induce el parto. Por otro lado, el esperma contiene prostaglandinas, otra de las hormonas que se utilizan para inducir el parto debido a que ayuda a ablandar el cuello uterino.
Tambien aumentan las posibilidades de adelantar el parto. La succión de los pezones que sucede durante la lactancia provoca de nuevo la segregación de oxitocina. Así, estimular uno de los pezones hasta que se generen contracciones adelanta este proceso. Se puede hacer con un masaje, con otro bebé (si tienes un hijo que esté mamando) o con un sacaleches. Si con una sola mama no se producen contracciones, se pueden estimular los dos pechos al unísono.
Consumir alimentos que, sin base científica, se utilizan popularmente para adelantar el parto son: té de hoja de frambuesa, picante en las comidas o incluso el chocolate caliente. Estas teorías se basan en estimular el sistema digestivo y éste a su vez las contracciones uterinas. También la comida picante produce prostaglandina que es una hormona que puede facilitar el proceso. La realidad es que no hay estudios que avalen estas teorías y que diversos autores consideran que el tracto gastrointestinal y el útero no están conectados.
Cuando este momento empieza a generar ansiedad, el cuerpo segrega adrenalina, inhibidor de la oxitocina, hormona responsable de que el parto tenga lugar. Ejercicios de mindfulness o visualización del momento del parto como un momento mágico y feliz, genera tranquilidad en la madre y transmite seguridad al bebé para que se haga posible el momento de la concepción.
Las últimas semanas de embarazo suelen hacerse especialmente largas. Y es que cuando la cuenta atrás para el parto comienza, llegan también los nervios, la incertidumbre y las ganas de acabar con la pesadez y las incomodidades de la última etapa.
Por tanto, se consideran las 40 semanas como la 'fecha probable de parto' (FPP), pero lo cierto es que pocos bebés nacen justo en esa fecha. Según la Asociación El Parto es Nuestro, solo un cuatro-cinco por ciento de los recién nacidos lo hacen, mientras que la mayoría vienen al mundo entre las semanas 38 y 42.
"Es fundamental asegurarse de que no hay complicaciones de ningún tipo, como diabetes gestacional, bebé con crecimiento retardado, tensión arterial alta... o cualquier otro criterio médico que los profesionales consideren. Si lo hubiera, sí que habría que inducir cuando el médico considerara, pero si no lo hay, se puede esperar un poco más a que la mujer se ponga de parto de forma natural"
El principal consejo que nos ofrece la matrona es tratar de vivir esta última etapa con la menor ansiedad posible. Y es que si la mujer embarazada está nerviosa, el cuerpo segregará adrenalina para actuar como defensa y la adrenalina actúa como inhibidor de la oxitocina, que es la hormona responsable de que el parto empiece.
"Está demostrado científicamente que la risa puede ayudar a desencadenar el parto cuando este no llega. Reírse mucho libera oxitocina, la hormona del amor, y al igual que decíamos en el ejemplo anterior, siempre es más beneficioso estar a gusto, tranquilas y felices, que nerviosas y angustiadas."
Caminar es uno de los consejos más conocidos y empleados a la hora de intentar acelerar un parto. El hecho de caminar o bailar, y más si es en terrenos irregulares, donde se produce más movimientos de la pelvis, puede ayudar a que el bebé descienda y se encaje, presionando el cuello uterino y ayudando a iniciarse (o acelerarse) la dilatación.
Si no hay terreno sinuoso de por medio, puede servir subir y bajar escaleras o bailar moviendo las caderas. Y es que los movimientos de la madre al son de la música no solo contribuirán a que el bebé baje por el canal de parto ablandando el cuello uterino, sino que estimularán la producción de oxitocina.
Y de nuevo volvemos a la oxitocina como punto clave a la hora de desencadenar el parto; la que se produce cuando nuestra pareja nos da un placentero y relajante masaje. Y es que "al igual que ocurre cuando hacemos el amor, estimular el cuerpo de la mujer durante el embarazo con caricias o masajes de la pareja, elevará sus niveles de oxitocina, al tiempo que les relaja y les hace sentir a gusto", declara la matrona. 2ff7e9595c
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